Brian visitó The Cavern Club el 9 de noviembre de 1961 con el fin de conocer el grupo que tanto daba de qué hablar.
“George: al rato, el se puso a hablar de convertirse en nuestro manager. bueno, no habiamos tenido realmente ningun voluntario q lo hiciera. “
El grupo llego a un acuerdo con Brian, por el cual seria el manager si les conseguía un contrato discografico. Brian había estudiado interpretación en la real academia de arte dramatico, y tenia unas ideas muy concretas sobre la presentacion en escena. No podrian comer, ni beber , ni pelearse en escenario, ni tampoco gritar al publico. El ca,bio mayor fue q abandonaran las ropas de cuero negro y las cambiaran por trajes limpios. El grupo asumio q èl sabia lo q hacia y estuvieron de acuerdo con el.
“John: Nosotros soñabamos despiertos hasta q el se encargo.”
Firmaron su primer contrato el 24 de enero de 1962 por un periodo de 5 años a partir de 1962. La comisión de Brian sería el 10 por ciento de cualquier entrada menor a 1,500 libras y 15 por ciento por encima de ese monto. Un año después la comisión de Brian incrementó a 25 por ciento.
El fin de las giras
Cuando The Beatles dejaron de hacer giras, Brian sintió que su papel fue decayendo y eso le provocaba mucha tristeza. Además, Brian estaba seguro de que su contrato, que expiraba en septiembre de 1967, un mes después de su muerte, no iba a ser renovado. Brian estaba seguro de que el grupo no lo necesitaba ya y eso lo deprimió. Sin embargo, contempló la posibilidad de un futuro sin el grupo viajando a los Estados Unidos para dar conferencias o conducir algún programa de televisión.
El amor por John
La fascinación que Brian sentía por Los Beatles era, de manera parcial, impulsada por su inclinación sexual. En The Love You Make, de Peter Brown, Alan Williams, el primer manager de Los Beatles, describe cómo Brian se sonrojaba y sudaba cuando fue a preguntarle sobre el grupo que pensaba representar. De la misma manera, cuando la Tía Mimi le preguntó qué pasaría con el grupo si la representación de Brian fallara, Brian le contesto: “Mire, Sra. Smith, le prometo que John nunca sufrirá. El es el único importante. Los otros no importan. Siempre cuidará a John”.
Al dirigirse a John, Brian volteaba la mirada hacia otro lado sin atreverse a mirarlo a los ojos por miedo a que se fuera a dar cuenta de la atracción que sentía por él. John, sádicamente, se aprovechaba de esta debilidad cada vez más.De la misma manera, cuando Brian conoció a Cynthia, estaba preparado mentalmente para odiarla. Para su sorpresa, la dulce Cynthia no sólo no le cayó mal sino que le pareció la pareja perfecta para John: alguien que no protestaría por las decisiones relacionadas con John y su imagen pública.Así, y sólo unos días después de haber dado a luz a Julian, el 8 de abril de 1963, Cynthia se enteró por el mismo John de que no podrían verse en las siguientes semanas ya que el 28 de abril John se iría de vacaciones a Torremolinos, España, con Brian. De lo que sucedió durante esas vacaciones nos quedan las palabras de John, citadas por Keith Badman: “Estuve con Brian de vacaciones en España y el rumor era que teníamos un romance. Bueno, casi fue un romance, pero no tanto. Nunca se consumó. Sin embargo, fue una relación intensa. Fue mi primera experiencia con un homosexual estando yo consciente de que era homosexual.” Siendo una declaración tan general, la única confirmación real que existe de un encuentro sexual entre ellos fue la de Pete Shotton, el amigo de la infancia de John, quien en su libro “John Lenn on In My Life” escribió que John alguna vez le comentó que sólo en una ocasión había permitido que Brian lo tocara.
Después del 27 de agosto de 1967
En el mes de su muerte, Brian Epstein estimó su propia fortuna en casi 7 millones de libras. En los días, semanas, meses y años posteriores a su fallecimiento, NEMS se convirtió en un campo de batalla que llevó más caos a los negocios de The Beatles.
El grupo señaló que no deseaba ser representado por nadie más. Paul declaró: “Nadie podría reemplazar a Brian” en lo que se convertiría en lo más cercano a una muestra pública de reconocimiento. The Beatles, cuyo contrato personal de representación con Epstein había sido descrito por él como “amistad y veinticinco por ciento”, decidieron administrarse ellos mismos.